La semana pasada nos fuimos a Cangas con un grupo a realizar una visita de lo más auténtica por sus calles, su historia..pero, más concretamente, por su tradición pesquera y su apreciado mar.
Conocimos más de cerca como vivieron los autóctonos allá por el 1914 con la relevancia y comercialización de la sal que era el “oro blanco” y su puntera industria conservera, que llegó posteriormente.
Una de las conserveras pioneras en la salazón en Cangas fue Conservas Iglesias.En el año 1907, inicia su actividad como salazonera de pescados, y posteriormente, evoluciona hacia la fabricación de conservas de mariscos, principalmente mejillón, almeja y berberecho, como complemento a la línea de salazones.
A lo largo de la década de los años 60, la empresa se reconvierte completamente a conservera, actividad en la que se centra actualmente.
Cuatro generaciones en la que esta última liderada por su actual gerente, Ramón Iglesias, quien ha impulsado un proceso de modernización y expansión de la conservera.
Durante la mañana pudimos observar la importancia que tenía la sal para la comunidad, así como, los barcos que realizaban el trayecto Cangas -Vigo para comercializar productos agrícolas.
Uno de esos barcos se llamaba el Alegría.Ya en el siglo XVIII el tráfico de pasajeros era tan importante en la ría de Vigo que se dictaron órdenes para un “control» en el mar de los barcos con gente por sí iban armados.
En el siglo XIX, el transporte se hacía en lentos galeones a vela, que llegaban a invertir hasta dos horas en viaje desde Cangas a Vigo.
Los primeros fueron el yate Cantabria, que iba a Cangas, y el Alegría, para Moaña. Las calderas de carbón eran bastantes ruidosas, y sus humeantes chimeneas tardaban casi una hora en completar el trayecto. Más tarde, surgió la competencia. En Moaña, apareció una nueva compañía, que fletó los vapores Delirio y Senén.
¿Sabíais que la conserva la invento un Francés?
En 1795, el inventor francés Nicolas François Appert se puso a trabajar para resolver el problema de la conservación de los alimentos. Sabía que el biólogo italiano Lazzaro Spallanzani había demostrado que la carne no se descomponía si se la hervía durante un rato y después se la conservaba herméticamente cerrada. Appert ideó entonces un sistema para aplicar ese principio a gran escala, calentando carnes y verduras y guardándolas después herméticamente en recipientes metálicos o de vidrio. Su sistema representó el comienzo de la industria de conservas.
Algunas de las conserveras que más destacaban en la zona del Morrazo eran:
Eirin
Bobo
Massó, que llego a dar trabajo a más de 1800 mujeres!
Allá por los años 30, entre la guerra y el hambre, Massó tenía en plantilla compuesta por alrededor de 600 mujeres y 100 hombres. La fábrica de Bueu se había quedado pequeña y la compañía optó por construir una nueva planta. Así, en 1937 se iniciaron las obras en la nueva factoría de Cangas do Morrazo.
Conocimos más de cerca la historia de las mujeres que lideraban el cambio y que reivindicaban el papel de la mujer en la sociedad, y sus condiciones salariales.
Entre esas mujeres destacaron en Cangas :
Olivia Calvar
Dolores Blanco Montes
Dolores Rodal Blanco «Lola» : » Nacida en Cangas do Morrazo, en 1920. Era miembro de una familia de activos sindicalistas. Su padre, José Rodal Lanzós, que pertenecía al sindicato Alianza Mariñeira de la CNT, fue detenido en 1934 y en julio de 1936, fue encarcelado.
Su madre, Dolores Blanco Montes era una redera que ya estuviera presa durante la dictadura de Primo de Rivera y fue detenida en 1936.
Finalmente, la visita concluyó observando empresas pioneras como es Rodman,
Unos astilleros con la última tecnología e innovación destinada a la construcción de patrulleras, catamaranes de trabajo, de pasajeros, y embarcaciones de recreo.
Y realizamos un paseo por el puerto de Cangas!
Seguimos salados con muchas más experiencias marineras, turísticas y sostenibles!
¿Nos acompañas?
www.imalocal.es , Abrimos las puertas de las empresas a los viajeros en todo el mundo!